Canciones
húngaras
agudas
como tangos
perdidas
en un patio sin rescoldo,
por si
tuviéramos cuerpo esta noche,
por si
fuéramos un cuerpo
que se
devora a sí mismo.
Pero
no fuimos más
que
piel de vírgenes,
huesos
de payasos en la arena,
patios
de sol horrible a quemarropa,
un
grito
de
carne esclavizada.
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De Cena del rey (inédito).
Foto: Buenos Aires.