"La situación del mundo donde vivimos hoy, un mundo donde los escritores viven muy a menudo en un país que no es la "tierra-madre", donde son a veces forzados, por conjeturas políticas, a que abandonen su "lengua materna", merece ser analizada. Millares de escritores abandonaron su lengua para adoptar otra, o sea porque las vías enmarañadas del destino les trajeron allí, o sea porque querían simplemente escribir en una lengua que les asegurara un número más grande de lectores (el inglés, el francés). Algunos de estos escritores logran dominar de manera excepcional la lengua de adopción, a veces hasta ser grandes estilistas. Pero cuando el abandono de la lengua materna no es nada más que una cuestión de circunstancia, por muy dominada que sea la lengua de adopción, el escritor no es más que un rapsoda dotado de más o menos talento. El escritor es verdaderamente auténtico, es verdaderamente Poeta sólo si el abandono de la lengua se hace por razones que no sean razones de circunstancia".
D. Hurezanu, "La lengua materna y las fuentes de la creación", en RAL,M.