A todo aquel que alguna vez haya estado embelesado por algo o alguien puede interesarle saber que la palabra en cuestión viene de belesa, una planta que en la Edad Media se utilizaba para emborrachar a los peces y poder pescarlos más fácilmente (el método suena trabajoso, pero ellos sabrían lo que hacían). Ebriedad y fascinación se entrelazan frecuentemente en distintas lenguas: en español decimos que algo es embriagador, y en inglés, intoxicating. Esto suena bastante inquietante para nosotros, pero en inglés se habla, por ejemplo, de una intoxicating atmosphere, no para decir que en el aire del lugar hay emanaciones mortales, sino para describir un entorno sugerente que invita, tal vez, a alguna forma de perdición.
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Bibliografía
J. Corominas. Breve diccionario etimológico de la lengua castellana (1961, 3era. ed.)
Real Academia Española. Diccionario de la lengua española (2001).
R. Allen (ed.) The New Penguin Dictionary (2000, 2da. ed.)
R. Allen (ed.) The New Penguin Dictionary (2000, 2da. ed.)
Foto: Buenos Aires.