La palabra premio viene del latín praemium, es decir, 'recompensa', pero en el sentido de 'botín', 'despojo' e incluso 'presa' o 'ventaja que se obtiene de la presa que se hace'. Julio César utilizó el término para referirse a las "promesas y regalos" utilizados para persuadir a alguien, cosa en la que probablemente se manejó con maestría hasta que le llegó la hora de ser violentamente persuadido.
Hablando de botines, el origen de la palabra pirata (en español y antes en latín) es el término griego peirates (idem), del verbo peiráo, que significa 'yo intento, me aventuro'. Parece que la sabiduría popular no recompensa lingüísticamente a los que corren riesgos: petulante, por su parte, viene del latín petere, 'dirigirse a, ir hacia un lugar'. ¿El mundo es de los que se atreven?
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Bibliografía
Foto: Montevideo.
A. Blánquez Fraile. Diccionario latino-español (1954).
J. Corominas. Breve diccionario etimológico de la lengua castellana (1961, 3era. ed.)
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