La isla de los muertos

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En la película Don't look now, de 1973, Donald Sutherland tenía una premonición de su propio cortejo fúnebre: la imagen de las góndolas deslizándose lentamente en la oscuridad de un canal veneciano era suficiente para inquietar a cualquiera, fuera o no el principal interesado.

Algunos años después (ya en los 80), el escritor ruso-estadounidense Joseph Brodsky, asiduo visitante de Venecia, escribió un hermoso libro llamado Fondamenta degli Incurabili (Muelle de los Incurables) en el que aparece un viaje nocturno en góndola hacia "la isla de los muertos", es decir, San Michele ("poblada" tan solo por los ocupantes del cementerio de la ciudad). Brodsky describe en esas líneas el silencio de Venecia en la noche invernal, la sensual interacción entre la góndola y el agua (a las que presenta como una anguila y una piel infinita) y la imagen de la luna atravesada por una nube estratégica que la convierte en una letra T.

Hoy, Joseph Brodsky es uno de los ocupantes ilustres de la isla de San Michele, junto con Ezra Pound e Igor Stravinsky. Tal vez esa noche estaba anticipando su futuro de innumerables madrugadas en el cementerio de la ciudad que visitaba cada invierno "para ejercer como escritor".
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Foto: Riga.